El origen de la gamificación
Hace más de ocho décadas, el holandés Johannes Huizinga introdujo al mundo el concepto de “Homo Ludens” y la teoría de los juegos. En su obra, destacó cómo el juego no es simplemente una actividad de ocio, sino un elemento fundamental en la creación de cultura. Desde los juegos infantiles hasta los juegos de mesa, el juego ha sido una parte intrínseca de la experiencia humana a lo largo de la historia.
A mediados de los años 50, con el auge de las computadoras, surgieron un nuevo tipo de juegos: los videojuegos. Y para los 80, se habían convertido en una industria poderosa llena de distintos representantes que comenzaron a pujar y naturalmente, con la competencia, trajeron innovaciones valiosas y acercaron los productos a las masas al bajar sus costos. Fue así como los videojuegos permearon en la cultura, en la sociedad y una generación tras otra creció con ellos como un elemento común y accesible.
Por otro lado, con la llegada de la revolución web, la conectividad y el uso de herramientas digitales creció exponencialmente, no solo potenciando las comunicaciones, sino todos los aspectos de la vida: desde un simple mensaje, hasta las tiendas y la gestión los sistemas electorales. Surgieron redes sociales que permitieron crear comunidades, observar patrones y comportamientos, y los videojuegos no escaparían a esta realidad.
En medio de este crecimiento, un programador de origen británico, Nick Pelling, inventó en el año 2002 el término “gamification” (ludificación o gamificación), un concepto que buscaba definir la aplicación de los principios de los juegos y videojuegos a entornos no lúdicos.
¿Qué es la gamificación?
Podemos definir la gamificación como una herramienta poderosa para mejorar las experiencias de cualquier actividad: desde el trabajo y la educacióno hasta las ventas.
"La gamificación se refiere, en amplio sentido, a los desarrollos económicos, culturales, sociales y tecnológicos en los cuales se hace que la realidad sea más lúdica y, por lo tanto, pueda lograr desarrollo de habilidades, beneficios motivacionales, creatividad, participación y, sobre todo, crecimiento positivo y sensación de alegría y felicidad"
Hoy en día, la gamificación se vuelve cada vez más importante en la creación de servicios, productos y actividades. Las redes sociales están llenas de elementos de juego, las soluciones educativas utilizan elementos divertidos para hacer que aprender sea más interesante (como Duolingo), los e-commerce usan la gamificación para mejorar la experiencia de compra y en el ámbito laboral, están surgiendo iniciativas que ayudan a los trabajadores a ser más productivos al brindarles experiencias positivas mientras realizan sus tareas.
Las cuatro dimensiones de la gamificación
Al empezar a implementar elementos gamificados en tu e-commerce (o cualquier otro producto digital) es importante considerar las cuatro dimensiones, a través de se transforma la percepción de cualquier tarea y la aleja del aburrimiento, la pesadez y la obligación, haciendo que lo que sea que hagamos, lo hagamos con la misma alegría con la que jugamos cualquier juego.
1. El propósito:
La gamificación, nos entrega un sentido de propósito para lograr un objetivo. Hay una meta clara, y por supuesto, una recompensa al terminarla. La creación de este propósito se logra creando historias significativas: no es solo hacer algo por hacerlo o cumplir con un número, es que hay una historia detrás con la que conectan los usuarios.
Puede ser tan simple como una barra de progreso que representa un cohete que necesita llegar a la luna. Ya no es solo un número que necesito lograr, ahora es una misión espacial cuyo destino es alcanzar la luna.
2. La maestría:
Los juegos dividen las actividades en secciones, pasos y niveles, lo que facilita la organización y permite a los usuarios medir su progreso y ofrecen desafíos de dificultad creciente.
Con esto, entregamos al usuario una manera de medir su progreso y de masterizar la actividad: no solo hemos terminado, sino que ahora, somos buenos en ello. Para reforzar esta sensación, los elementos gamificados se valen de insignias, badges, rangos, y otros atributos que permiten mostrar qué tan lejos se ha llegado con una actividad
3. La autonomía:
Los juegos permiten a los jugadores tomar decisiones y contribuir a la trama. Del mismo modo, la gamificación da a los usuarios la satisfacción de contribuir y tomar decisiones que pueden tener resultados positivos o negativos. Esta sensación de autonomía hace que la experiencia de compra sea más envolvente y gratificante.
4. La comunidad:
La creación de comunidades en las que los usuarios se sienten parte de algo más grande hace que compartir logros y desafíos con otras personas ayude a fortalecer la sensación de pertenencia.
Esta dimensión, potencia a las anteriores: el propósito, pues no es solo un “para qué” sino también un “con quién. Eleva la maestría, porque no solo somos nosotros quienes sabemos cuánto hemos logrado, sino que hay otros que pueden verlo. Y finalmente, potencia la autonomía porque permite al usuario buscar la individualidad en la expresión a través del grupo.
La gamificación del e-commerce con Live Shopping
La gamificación tiene además varios beneficios para un e-commerce, entre ellos:
- Aumenta las ventas y el engagement de los consumidores con tu tienda.
- Reduce las tasas de rebote.
- Puede hacer más fácil la generación de leads.
- Ayuda a mejorar la retención y la relación con clientes.
Hay muchas formas de incorporar la gamificación en el ecommerce, un ejemplo muy común es el uso de banners en el que el usuario gira la ruleta para ganar un descuento especial como el usado en este ejemplo por Booking.com.
Entonces, ¿cómo entra en juego el live shopping en la gamificación del ecommerce? El live shopping combina elementos en tiempo real con experiencias de compra en línea, los consumidores pueden interactuar con el anfitrión y otros espectadores, hacer preguntas y ver productos en acción. Este formato crea una sensación de comunidad y participación en tiempo real, lo que se alinea perfectamente con las dimensiones de la gamificación.
Además, el live shopping brinda la oportunidad de incorporar elementos de gamificación en tiempo real. Los anfitriones pueden establecer metas, desafíos y recompensas para los espectadores. Por ejemplo, ofrecer descuentos exclusivos a los espectadores que participen activamente en el chat o que realicen compras durante la transmisión. Esta interacción instantánea y las recompensas inmediatas hacen que el live shopping sea una herramienta poderosa para gamificar la experiencia de compra en línea.
Conclusión
La gamificación es una poderosa estrategia para mejorar la experiencia proporcionada por el ecommerce. Al incorporar estos elementos, las tiendas online pueden transformar la experiencia de compra de sus clientes. El live shopping, con su capacidad para crear una comunidad en tiempo real y ofrecer interacciones gamificadas, se convierte en una herramienta esencial para llevar la gamificación del ecommerce al siguiente nivel. Al final del día, la gamificación y el live shopping trabajan juntos para convertir las compras en una experiencia alegre y satisfactoria, al igual que un juego bien diseñado.
Esto, no solo agrega un inmenso valor a cualquier actividad, producto o servicio, sino que lo convierte en un nicho muchísimo más atractivo, un proceso más eficiente, y quizás, un catalizador de propósitos y comunidades. Pues, finalmente, razón tenía Huizinga, y es que los juegos son elementos creadores de cultura.
